domingo, 11 de noviembre de 2012

Llegó el desastre

Todo iba perfecto. El coche respondía bien. Un día, vuelta tras vuelta en el circuito del "Buesa", iba ganando confianza y seguridad en el control de mi SC. Esto hizo que fuera apurando más y más en mis maniobras de intentar mejorar cada paso por curva hasta llegar al extremo. He de decir que el SC es un coche duro, robusto, que hace falta mucho más que uno o dos revolcones para tener algún tipo de avería o destrozo. Ese día, en un afán de superarme, perdí el control del coche. El caso es que golpeé frontalmente y a gran velocidad. El impacto fué brutal. Ví con mis propios ojos, como se doblaba la carrocería por la parte delantera, hasta llegar casi a las ruedas, como si de una cartulina se tratara. En ese preciso momento, supe que algo no iba bien. Recogí el coche y... efectivamente había roto.

 
Estado en el que quedó después del impacto



Ya en casa, me dispuse a valorar los daños. El chasis se había partido por la punta, asi que tuve que reemplazarlo por uno nuevo. Eso me hizo pensar, que el bumper que lleva este coche, no protege bien la parte delantera del chasis. Tendría que ser un poco más largo por la parte inferior para darle mayor resistencia a esta zona. También observé que tenía partido el morro superior, lo que demuestra la violencia del impacto. Compradas las piezas, me puse manos a la obra. Era hora de reemplazar las piezas dañadas.





 
 



 

 
 

 

 
 
 
 

 

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